GIRAR

Movimiento lento, reiterativo, corto; regreso al niño que nunca he escondido.

Mente y musculo en una danza íntima con el roce sutil del viento en el cabello rizado, y por los toboganes de cada fibra, un torrente neuronal que hipnotiza mi mirada; interiormente en mi movimiento, exteriormente en el tuyo. Escaneo mi cuerpo, también tus actos; lucho para no perderme en tu deslumbrante encanto, en tu sonrisa y tu cabello; para no delatarme, para no incomodarte, y sobre todo, para concentrarme en mi y en mi movimiento. Giro, gateo, succiono, reviso mi espalda, me siento, camino, me descubro tridimensional, mientras en el recuerdo inmortalizo la imagen bidimensional de tu rostro. ¿Eres musa o distractor? Ángel y demonio, me enloqueces y me alejas; mi tacto y mi baile te incomodan, pero mi presencia ya se inmortalizó en tu recuerdo, y quizá hasta te agrade; quizá.

Bailarina, niña tierna, mujer fatal, extraña y distante; cubre tu luz un velo rocío que embriaga mi mirada y relaja mis tensiones, invitándome a sonreír como cuando el amor toca la puerta; o como cuando el cuerpo se re-ordena. Soma encamina mi vida, tú mis pensamientos; espejismo de un corazón frágil y sensible o estatua viva de un posible sentimiento, tormenta que indica mil obstáculos que impiden nuestra proxemia, como un cuerpo lleno de hábitos perjudiciales que desea mejorar en un clip; ordeno mi mente, mi cuerpo, mi movimiento, pero tú alteras y desordenas mis emociones. Oh! Poder femenino de elevarnos al cielo y tirarnos al abismo, de rescatarnos y encantarnos; encantarnos en silencio y quizá sin buscarlo.