Dogmatismo Visceral

DOGMATISMO VISCERAL

Estructura de la obra dividida en cinco escenas

Personajes:

Lucas: Niño de 10 años.

Jesús: Perro, mascota de Lucas.

Ella: Profesora de Lucas en la escuela dominical.

El Señor: Hijo de Dios, para las culturas Cristianas y Católicas.

Martha (Voz en off): Madre de Lucas.

Escena 1

Un niño lee un libro, está de pie, inquieto, sumergido en el mundo del texto.

Lucas: “Y tomó el señor los cinco panes y los dos pescados (Lucas toma una canasta, introduce en ella cinco granos de frijoles y dos de lentejas), el señor levantó los ojos al cielo, los bendijo” (Lucas imitando lo que hizo el señor; se sube sobre la mesa y toma la postura que imagina necesaria para su fin) Padre multiplica estos granos, permite que puedan alimentar a mil más uno, quiero ver como se derraman de la canasta todos los granos de mi milagro… (Regresa a la lectura del libro que ha permanecido abierto en la misma página) “Levantó los ojos al cielo, los bendijo, y los partió, y dio a sus discípulos para que los pusiesen delante de la gente”.

De afuera se escucha la voz en off de Martha: “Lucas a desayunar”.

Lucas: “Levantó los ojos al cielo, los bendijo, y los partió, y dio a sus discípulos para que los pusiesen delante de la gente. Y comieron todos, y se saciaron; y recogieron lo que les sobró” (Lucas intenta nuevamente imitar lo que hizo el señor; toma la cesta la observa, la levanta hacia el cielo, eleva su mirada, cierra los ojos) Padre bendice estos granos y pártelos para que ellos se multipliquen hasta derramarse de la canasta.

De afuera se escucha la voz en off de Martha: “¡Lucas a desayunar!”.

Lucas: “Y comieron todos, y se saciaron; y recogieron lo que les sobró” ¿Qué he hecho? ¡Te estoy pidiendo igual que como él lo hizo en ese lugar desierto! ¿Por qué no me das lo que te pido? Acaso no cumplo con mis deberes, con lo que tú nos has mandado. ¡Entonces haz lo tuyo y multiplica estos granos!!! Oh! ¿Acaso solo lo sabes hacer con peces? ¡Vamos! ¿Estoy haciendo algo mal? Sigo paso a paso lo que aquí dice, entonces… ¿Por qué no pasa nada? Es acaso que no escuchas mi voz, cómo pretendes que mi profe se interese en mí, si no puedo hacer un milagro, tengo que… (Regresa a la lectura del libro) “Y comieron todos, y se saciaron; y recogieron lo que les sobró, doce cestas de pedazos.” mmm… “Lo que les sobró…” “Lo que les sobró” (Mira la cesta, indignado mira al cielo. Por una puerta ingresa su perro, Lucas se baja de la mesa dirigiéndose al animal de manera tierna y con lastima) Jesús, cierto que tú no hablas porque te cansaste de pedirle y de nunca obtener respuesta, cierto Jesús… Guao-Guao (lo acaricia y lo rasca)…debería ser como tú, Guao-Guao, enséñame a ser perro… (Deja al perro y retorna al libro, lo abre en la misma página) “Y tomó el señor los cinco panes y los dos pescados”. El señor levantó dos pescados en una canasta, (Jesús se acerca a Lucas, lo olfatea, el niño lo mira desde su altura)…miró a la comunidad que lo seguía, levantó la canasta y les dijo, mirándolos a sus ojos, a sus ojos de incrédulos, (Toma a Jesús por el hocico, acerca su rostro al del perro, para mirarlo) con la voz de gigante que tenía el señor: Los Pescados… (Levanta la cesta agresivamente, con intención de descargar en el perro, la furia producida por sus frustrados intentos) Los Granos… ¿Dónde está mi milagro?

Escena 2

Lucas está con su profesora de escuela dominical.

Lucas: He llegado temprano, es… la verdad me levanté muy temprano, me gustan mucho sus enseñanzas.

Ella: Que bien, ojala así fueran todos.

Lucas: Mi madre se alegró de saber que madrugaba a verla, es decir, a su clase… yo tendí mi cama, me bañé y desayuné…

Ella: Te felicito, no te imaginas lo desesperante que es esperar, lo detesto tanto, una mujer gasta mucho tiempo para estar lista, y cuando se siente radiante, resulta que ellos no llegan… no llegan… pero tú eres diferente, eres mi alumno preferido.

Silencio.

Ella intenta salir, algo impaciente por la espera.

Lucas: Cereales, son los nuevos cereales en forma de letras… le cuento algo… escribí su nombre con mis cereales… bueno, después me lavé la boca y me vine para acá.

Ella: Que soledad. Los otros niños siempre llegan tarde,…que soledad, bueno pero te tengo a ti para hacernos compañía.

Ella revisa una libreta de apuntes.

Lucas: Y tomé el paso por el parque, lo crucé en diagonal para ahorrar camino, quería verla, escuchar sus enseñanzas.

Ella lee la libreta, a medida que lo hace, su estado de ánimo comienza alterarse.

Ella: ¿Hiciste tu tarea?... ayer pensaba en las tareas de ustedes… son lo único que tengo, yo los tengo a ustedes… y tengo que… esperar, a veces esperar en vano. Lucas nunca dejes a una niña esperar… bueno…nunca ¿Me has entendido? (Intentando tranquilizarse) ¿y cómo te ha ido?

Lucas se quita la chaqueta y se detiene frente a ella.

Ella: Una vez hubo alguien, alguien que sabía valorar la puntualidad, yo era muy chica y me ganaban los nervios, entonces corría y me escondía bajo la cama… era una tonta. ¿Tu familia viene hoy, cierto? Quiero felicitarlos por el lujo de hombrecito que tienen.

Silencio.

Lucas saca un emparedado, lo muerde y luego se lo ofrece.

Ella: No me gusta cocinar, cuando lo hago, preparo cosas fáciles, cosas que se preparen rápido o como afuera ¿Te gusta comer fuera de tu casa? Porque a mí me fascina la comida Italiana… mmm… la Mexicana… la Árabe… ¿Te has preguntado a que sabe el mana? Sí, la Biblia lo describe, pero el paladar lo sentirá como… ¿A qué se asemejará la gloria?...

Ella suspira y su mirada se pierde en sus recuerdos.

Lucas: ¿Usted con quien vive?

Ella mira constantemente la hora.

Ella: Cuando cocino en casa preparo sándwiches, hojuelas, preparo café con leche, o solo leche… me gusta todo con leche, hasta el queso… y carne asada, a la parrilla, aunque no la como seguido, dicen que es mala y hay que cuidarse, yo como ensaladas…

Lucas: ¿Le gustaría casarse?

Silencio.

Ella: Bueno, cuando salgo con alguien pido ensalada; me hace ver como una persona saludable.

Lucas la mira como esperando respuesta, Ella sin mirarlo sonríe y asiente con la cabeza.

Lucas: A mí también, con ust… cuando sea grande, con alguien inteligente como usted.

Ella suelta una carcajada que se convierte en llanto, le da la espalda ocultando su llanto.

Lucas: No soy tan pequeño, y mi mamá dice que voy a ser un gran hombre, que cualquier mujer estaría encantada de casarse conmigo; ¿Usted se ve casada conmigo?

Ella toma nuevamente su libreta de apuntes y escribe mientras tararea una triste canción.

Lucas: Bueno, quiero decir, si yo fuera grande.

Ella lanza la libreta contra la pared, lo observa y expresa una pequeña sonrisa.

Lucas: ¿Y qué es lo que le gusta de los hombres?

Ella desocupa toda su cartera agresivamente mientras ríe.

Lucas: Yo puedo cambiar, sabe, yo tengo la virtud de lograr los cambios que me propongo.

Ella se abraza a sí misma, mirándolo directamente a sus ojos.

Lucas: Usted me gusta.

Ella utiliza una jeringonza donde parece maldecir y divertirse. Lucas se asusta y retrocede.

Lucas: Por favor, no se lo diga a nadie, que sea nuestro secreto, vale.

Ella se lanza para atacarlo y se detiene frente a él.

Lucas: Profe, de camino yo le compre está chocolatina.

Ella lo empuja, Lucas cae cerca de Ella.

Silencio.

Ella le rapa la chocolatina y la destapa.

Ella: No te levantes, desde ahí te escucho perfectamente.

Lucas: Mi mamá una vez hizo chocolatinas, las relleno y le quedaron riquísimas.

Lucas estira su brazo para tocarla, intentando tranquilizarla.

Ella: Tú puedes hacer lo que quieras fuera, pero mientras estés bajo mí cuidado… yo quiero que estés bien. (Come)

Lucas: Cuando vuelva hacer, yo le traigo, sabe, yo vi como las hizo.

Ella le desapunta la bragueta del pantalón.

Ella: Te voy a enseñar a ser hombre… a ser un hombre aplicado, un hombre puntual, un caballero.

Lucas: (Nervioso) Derritió la barra de chocolate y la puso sobre el molde con figuras de ositos, solo cubrió hasta la mitad, entonces le puso maní, uvas pasas, coco rallado, algunas les puso arequipe a otras lecherita, luego acabó cubriéndolas con más chocolate derretido.

De afuera suenan disparos, gritos, una voz que se repite “Mataron a Gaitán estos Hijuputas”

Ella lo suelta y mira por la ventana, Lucas se abrocha el pantalón, e intenta salir.

Ella: Aquí se hace lo que yo ordene, y si te digo que te sientes, pues lo vas hacer ¿Entendido?

Lucas: No me alejaré de su lado, sabe, el tiempo que sea pero a su lado… con las chocolatinas fue así, tuve que esperar, miraba el molde sobre el refrigerador, saboreaba cada chocolatina en mi imaginación; cuando se habían secado unas horas más tarde, mi mamá las sacó del molde, sabe uno tiene que sacarlas con cuidado, sino la figura se daña y se puede salir el relleno.

Ella se ajusta la blusa, ocultando los excesos de grasa en su vientre.

Ella: Quien te crees, a mí no me hablas así, mal criado, respétame, yo no soy tu madre, a mí no me vas a mangonear, cierra ese pico y obedéceme.

Silencio.

Lucas: Solo me dio una y como a las tres horas otra y más tarde una última. Sabe el otro día mi mamá…

Ella: Estira las manos ¡Al frente! Derechos los dedos, ahora repite, ¡Nunca voy a dejar plantada…! (Tararea nuevamente la canción triste y se aleja de Lucas)

Silencio.

Lucas: ¿A usted no le gustan estos temas verdad?

Ella: (Ofuscada) No dormí, me pase la noche en vela, llorando, vestida y llorando, cuando cayeron los primeros rayos me duche, no sé si me bañaba con llanto, pero me bañé y al cerrar la ducha deje de llorar.

Lucas: Disculpe, pero si usted me quisiera…

Ella: Me vestí en silencio, pasaba saliva y respiraba, solo eso, tomé mis cosas, no tuve ganas de desayunar, por eso no me preparé nada, nada…

Lucas: (Desilusionado) Yo madrugué… ¿Para qué? Usted no me quiere, yo estoy aquí por la profesora, y ella nunca me dice si estoy guapo, si le gusto.

Ella arranca hojas de su libreta y las rompe en pedazos más pequeños.

Lucas: Me voy y nunca regresaré.

Ella come los trozos de papel que cortó.

Lucas: La edad no es un impedimento para el amor.

Ella se atraganta y escupe

Lucas: La muerte sería mejor lugar.

Ella se paraliza, esta atorada con los papeles, estira sus manos pidiendo ayuda.

Lucas: No, déjeme, yo no merezco vivir si usted no me ama.

Ella con las pocas fuerzas que le quedan se acerca a él, le toma el rostro, clamando auxilio con un gesto.

Lucas: Entonces… ¿Si me puede amar? ¿Quiere ser mi novia?

Ella cae sin fuerzas, logra estornudar y comienza a recuperar su respiración.

Lucas: ¿Se está burlando de mis sentimientos?

Una piedra rompe un ventanal y se vuelven más fuertes los gritos afuera.

Silencio.

Lucas: No, ¡Usted no puede tener novio!

Ella se reincorpora y se sienta.

Lucas: No puede enamorarme y luego salir con estas, usted es una…

Ella lo mira, intenta hablar.

Lucas: No quiero escuchar.

Ella lanza un grito, para callarlo.

Lucas: Pues me voy, pase lo que pase, usted, usted es la culpable, la odio…

Entra Jesús, le gruñe a ella y se para junto a Lucas.

Lucas: Tranquilo Jesús, ella no nos valora, somos poca cosa para ella.

Jesús ladra y gruñe. Ella consiente al perro, éste busca ser consentido por la profesora.

Lucas: ¡Jesús! Abandonas a tu amo por una mujerzuela.

Ella: ¿Qué has dicho jovencito?

Lucas: Le diré a mi mamá que usted me intento pegar.

Ella: ¡Ven Jesús!

Jesús gruñe y ladra. Ella se le acerca y el perro intenta morderla.

Lucas: ¡Jesús! (El perro se detiene)

Ella: Niñito, anda, corre a quejarte con tus papitos, ¿A quién le creerán? Con mi versión seguro te castigan por un buen tiempo.

Lucas: “Padre dadnos el aliento para seguir, dadnos la fuerza para seguir con tu obra”.

Lucas sale con Jesús.

Ella: Llegue acá y me abrió él… ¿Sólo puedo inspirarle a un niño? Lucas fue el único que llegó, no me dejó esperando… Ya no soporto a ese niño, era tan amable… mira cómo se comporta ahora… por dejarse influenciar de los animales, de los perros, solo actúan por deseo, se sacian y luego abandonan a sus parejas, o lo que es peor nunca llegan y las dejan esperando.

Ella queda postrada en el piso, de fondo: la algarabía en las calles, disparos y gritos.

Ingresa Lucas junto a Jesús. Ella levanta la mirada observándolo con rabia.

Escena 3

Lucas encerrado en su cuarto, preocupado, meditando que hacer, aparece El señor.

Lucas: ¿Si mato gatos negros, quizá así…?

El señor: Padre perdónalo porque no sabe lo que dice… tan solo necesitas decirles que has hablado conmigo, que llevas mi mensaje.

Lucas: Me encerrarán para siempre… como a...

Silencio.

El señor: La obsesión es un serio problema… además…

Lucas: Pienso en… (Aparece Ella junto a una cama tomando varias pastillas) sí pienso en Ella, si lo hago, lo hago por ella.

El señor: No despertéis ni hagáis velar al amor hasta que quiera.

Lucas: Dime que hacer.

El señor: (Conteniendo la risa) Abre la ventana, sal por ella y camina, tu fe te llevará hasta donde deseas.

Lucas: ¿La fe no me dejará caer? …Pero…y si disparan, la fe no actúa como chaleco antibalas.

El señor: (Conteniendo la risa) ¿Quién se atrevería a dispararte? Eres un chico de poca fe, te voy a contar una parábola.

Lucas: No me interesan sus cuentitos, yo solo quiero escuchar cómo llegar allá.

El señor: ¿Allá quieren que tú estés?

Silencio.

Lucas: Voy a salir por la ventana (Se dirige hacia la ventana).

El señor: (Conteniendo la risa) Estúpido, nunca lo lograras, crees poseer la fe necesaria.

Lucas: Mi fe es más grande que un grano de mostaza.

El señor: (Conteniendo la risa) Te voy a ayudar… tu única salida es… (Aparece Ella junto a una cama tomando varias pastillas muy lentamente).

Lucas: ¿Cuál…cuál es?

El señor: (Conteniendo la risa)…Sal desnudo a la calle, molesta a las ancianas… (Aparece Ella junto a una cama tomando varias pastillas)

Lucas: ¡Desnudo! Estás loco… ¿Qué te has creído?

El señor comienza a evaporarse.

Lucas: Está bien, está bien… ¿Corriendo? ¿Sin zapatos?

El señor: (Ríe) Aparéate con las perras. (Aparece Ella junto a una cama tomando varias pastillas aceleradamente)

Lucas: ¡Estás loco! ¿Por qué no multiplicaste mis granos?

El señor: Clama a mí y yo te responderé… si tuvieras fe como un granito de mostaza… yo soy el camino y la verdad… (Riendo)

Lucas: ¿Por qué no multiplicaste mis granos?

El señor: ¿Quieres lograrlo si o no?

Lucas: ¿Por qué con perros? (Aparece Ella junto a una cama tomando pastillas aceleradamente)

El señor: (Ríe) Abraham estuvo a punto de sacrificar a su hijo. ¿Preguntó por qué? Obedece y serás salvo. El tiempo final se aproxima, obedéceme y mañana estarás conmigo en el paraíso.

Lucas: Yo quiero llegar allá y no a ningún paraíso.

El señor: Quien quiera oír que escuche.

Lucas: ¿Si la salvo…?

El señor: Más fácil es que un camello pase por el ojo de una aguja…

Lucas: Si hago lo que me dices, Ella…

El señor: (Conteniendo la risa) Así será.

Lucas: Volveré a confiar en ti.

El señor: Anda, y come tu pan con gozo, y bebe tu vino con alegre corazón; porque tus obras ya son agradables.

Lucas comienza a desnudarse. Aparece Ella junto a una cama tomando varias pastillas aceleradamente.

El señor: Levántate y anda.

Lucas: ¿Ella estará conmigo?

El señor: Amen.

Lucas: ¡Por el amor! (sale desnudo)

El señor: Padre, por qué nos has abandonado. (Ríe)

Aparece Ella junto a una cama tomando varias pastillas aceleradamente.

Escena 4

Por la rejilla de la ventana del cuarto donde permanece encerrada Ella, con una camisa de fuerza; ingresa Jesús, la profesora está arrinconada en una esquina, el perro al entrar la observa y le gruñe.

Jesús: Grurrr…

Ella: Oh, llegaste; tú no me vas a dejar Jesús, no volveré a esperar.

Lucas off: Profe, Jesús la va a liberar. (Jesús le gruñe con más fuerza.)

Ella: Jesús, lindo animalito ven, ven mi divino perro, ven, lame a tu perrita, oh, que guapo estás Jesús.

Lucas off: Recuerda cuando me acompañó a comprarlo, bueno mi mamá también estaba, pero yo solo la miraba a usted, miraba sus ojos brillar con alegría al ver a Jesús.

Ella: Ven Jesús olfatéame, ven hazme tuya.

Jesús: Grurrr…

Ella: (Jadeando) Jah, jah, jah, jah, jah (se bota boca arriba y se arrastra sobre su espalda hacia él), ven Jesús besa a tu perrita (Jesús se mantiene inmóvil, Ella está tendida a sus patas, el perro ya no gruñe, solo la ve).

Lucas off: Profe; ya la soltó, yo estuve practicando con él, está entrenado para soltarla y no hacerle daño. (Jesús lame la cara de Ella y la olfatea, la profesora sonríe)

Ella: Que lindo eres Jesús… ¡Que besos!

Se ven las manos de Lucas sobre la rejilla, intentando trepar, sin lograr si quiera observar lo que ocurre dentro.

Lucas off: ¡Profe! ¡Jesús suéltala! (Jesús escucha a Lucas, enseguida gira el cuerpo de Ella, dejándola boca abajo. Con su mandíbula despedaza la camisa, Ella se despoja de la camisa de fuerza y lo acaricia.)

Ella: Oh, Jesús eres mi héroe, mi salvador, dame un beso ¿y esto?... humm… Jesús, tú si tienes lo tuyo, yo quiero ser tu perra, bésame Jesús.

Lucas off: ¿Está libre?

Ella: (Hacia fuera) Sí, ya puedes irte Lucas, es peligroso.

Lucas off: No, he venido por usted.

Ella: (Hacia fuera) Déjame sola con Jesús.

Lucas off: Lamento mucho que le haya pasado esto por mi culpa. (Jesús jadea he intenta montarla)

Ella: Espérate mi amor.

Lucas off: Yo no la odio, le amo, por eso no me importa que haya intentado ahogarme en la alberca de la iglesia.

Ella: (Hacia fuera) ¡Cállate! (Para sí) Ya no estaré sola…

Lucas off: Cuando la detuvieron y la trajeron aquí, me sentí culpable, pero ya sé cómo escapar.

Ella: ¿Cómo?

Lucas: Primero saque a Jesús por la rejilla, con el podrán atraparla.

Ella: Déjalo conmigo, cuando salga de acá, lo volverás a ver.

Lucas: Espero que pueda escapar sin que la descubran, que Jesús te lleve hacia la libertad.

Ella: (Hacia fuera) ¿Cómo supiste que estaba acá?

Lucas off: El director es el tío de mi mejor amigo. (Jesús intenta nuevamente montarla, Ella está sumergida en sus pensamientos)… Logré sacarle información del lugar. Entonces entrené a Jesús para que la liberara… Recuerda que fue usted quien lo escogió… a Jesús.

Ella: (Hacia fuera) Vete.

Lucas off: Y me dijo que un perro es como un hijo…

Ella: (Hacia fuera) Déjanos solos.

Lucas off: Yo respondí que era nuestro hijo, usted lo había escogido. (Ella desmonta a Jesús y lo abrasa) Desde ese momento me enamoré de usted. (Ella toma una manga de la camisa de fuerza y le amarra la boca a Jesús) ¡Le amo! Jesús es nuestro hijo, por ese perro le amo, por eso no me importó que en la iglesia usted quisiera matarme.

Ella mira a Jesús con ternura, mira hacia la rejilla y se invade de rabia, ahora su relación con el perro es distante.

Ella: Jesús pudiste ser un buen compañero, comenzaba a animarme con tu anatomía.

Lucas off: Tengo el plan para escaparme junto a usted.

Ella: (Hacia fuera)…Dime ¿Dime cuál es? (Busca, al no hallar nada se quita el pantalón).

Lucas off: Tengo la llave para que salga. (Ella rompe el pantalón en dos) En el cambio de guardia dejan quince minutos el pasillo solo, tengo un mapa. (Ella amarra las patas de Jesús, mientras lo consiente) Voy a lanzárselo con una piedra, espere.

Ella: Te empezaba a… amar. Olvidar no es fácil, pero eres el germen de mi desgracia.

Lucas off: ¿Profe, me escucha? (Jesús trata de soltarse y no puede, Ella busca sin hallar nada, cae una piedra de la rejilla, la piedra está envuelta con el mapa y entre estos las llaves, Ella toma la piedra y comienza a afilarla contra el piso) A penas den las seis de la tarde, cuente tres minutos y sale, la espero en el paraje de buses a las ocho. (Jesús es degollado por Ella) Cuide mucho a Jesús, es nuestro hijo.

Ella: (Hacia fuera) Está bien Lucas, está bien… espérame allá. (Mira la piedra y lame la sangre que esta trae.)

Lucas off: ¡Le amo! (Ella levanta la piedra, la observa y sonríe.)

Ella abandona la celda, dejando el cadáver de Jesús en el piso.

Escena 5

Paraje de buses; ocho y quince de la noche; Lucas espera, trae un morral, Ella llega vestida de enfermera.

Lucas: ¡Profe! Mi amor… ¿Puedo llamarla mi amor, cierto?

Ella se detiene, observa que nadie esté cerca, se sienta algo distante de Lucas.

Ella: ¿Traes dinero?

Lucas: Sólo unos ahorros, intenté multiplicarlos, pero aún no puedo hacer milagros, aún no sé ser Dios. (Ella le rapa el dinero.)

Ella: Alcanzará… (Lucas se lanza a abrazarla, Ella saca de su bolsillo la piedra, levanta el brazo, mientras le observa el cuello a Lucas.)

Lucas: ¡¿Por qué no me abraza como antes?!

Ella: Nunca te he abrazado. (Se vuelve a distanciar de Lucas, sin levantarse)

Lucas: Si, lo ha hecho, cuando compramos a nuestro… ¿Dónde está Jesús?

Silencio.

Lucas: ¿Dónde está Jesús?

Ella: Se ha ido, pero volverás a verlo.

Lucas: ¿A dónde?

Ella: Está seguro, nadie puede hacerle nada. Pronto estarás con él

Lucas: ¿Cómo lo sabe?

Ella: Pronto lo veras, ten fe (Guarda nuevamente la piedra en su bolsillo y se aparta.)

Lucas: Esa vez me abrazó distinto.

Ella: …Siempre abrazo igual.

Lucas: Me apretó con cariño, así (La abraza, observa que Ella tiene sus brazos caídos), abráceme (Pone los brazos de Ella a su alrededor).

Ella: Aja… ¿A qué hora pasa el bus?

Lucas: No me está abrazando, ¿Cree que reposar los brazos sobre alguien es abrazarlo?

Silencio.

Ella: ¡¿A qué hora pasa?!

Lucas: Abráceme con cariño, recuerde que nos amamos, vamos a vivir juntos, vamos a escapar.

Ella: No quiero estar sola (Lo abraza con fuerza), el frío golpea más fuerte los espíritus solitarios, las lágrimas del océano se cubren de luto cuando te dejan esperando, no quiero esperar más, estoy decidida, no seré más una mujer plantada.

Lucas: Me aprieta muy fuerte, no puedo respirar.

Ella: Querías un abrazo.

Ella continua abrazándolo, mientras su mirada se pierde en el vació, y tararea una triste canción.

Lucas: Frío, triste el primero, piedra. Furia el segundo; que cambio tan extraño.

Ella: Eres un niño, no sabes lo que quieres.

Ella deja de abrazarlo, y lo empuja lejos de sí, mira desesperada esperando el bus.

Lucas: Ayúdeme a ser Dios, quiero multiplicar las cosas.

Ella lo observa de arriba abajo.

Ella: ¿Quieres ver a Jesús?

Lucas: No soy como los demás, yo estoy sobre sus cabezas, y él no me da el poder.

Ella: Éste es tu premio (Mete su mano al bolsillo, saca la piedra, una luz ingresa por un costado, iluminando todo el espacio), adiós Lucas (Sube al bus, al desaparecer sólo vemos la piedra bañada en bastante sangre.)

Fin

31 de Agosto de 2008 por Hernán Yllanas Grisales