RAÍCES AGRIAS
La sed de venganza lacera la esperanza, el odio sepulta la visión y el raciocinio; acá la mentira y el engaño triunfan, siembran miedo sobre el porvenir. El perdón es mal visto en esta tierra, se extraña la muerte y las masacres; se prefiere que mueran muchos, para sentirse poderosos e intocables. Un luto me invade, me asfixia, el aire duele, sopla la muerte; la atmósfera es pesada, insoportable, carga niños repitiendo la misma historia. La boca se cubre de tierra húmeda, fosas se abren para nuevos cadáveres, sangre bañará de nuevo nuestros campos, el réquiem es el nuevo himno nacional. Ser colombiano, con estas raíces agrias, es vivir con un dolor eterno e ilógico, sangrar mientras gritamos que somos felices; dueles Colombia, y no dejas de doler.